Algunos sectores de nuestra sociedad creen que una educación de este tipo no es importante ni rentable, otros se preocupan primordialmente por las notas, qué calificaciones obtuvo tal o cual estudiante en los exámenes, o cuál institución logró un lugar destacado en las pruebas de sexto grado o bachillerato, y con ese criterio valoran la calidad de la educación. Otros se preocupan por la formación del joven pensando solo en el presente.

Saint Clare es una institución que valora no solo lo académico, sino que le da un lugar especial a la formación humanística e integral de los estudiantes.

Toeffler nos habla de la construcción de una sociedad orientada a la investigación, a una sociedad no masificada, más autónoma en cuanto al dominio de la información, una educación más personalizada y libre.
Mientras, la educación tradicional con énfasis solo en lo académico centra su atención en una reducida porción de la realidad.

La educación integral potencia al hombre para enfrentarse a los grandes retos de la existencia humana, en su dimensión individual y social. Permite la adquisición de actitudes y convicciones para “saber vivir”, para ejercer la libertad. El propósito fundamental de la educación ya no es acumular conocimientos, sino enseñar a pensar, a autocorregirse, a ejercer el poder y la libertad, a tener una visión científica del mundo desde la cual el hombre armoniza con la naturaleza y el mundo de normas, valores y virtudes, a desarrollar su propia espiritualidad.

El Saint Clare se preocupa por la formación integral de los estudiantes; es por eso que el aspecto académico no agota los esfuerzos instituciones, sino que se le presta una gran atención a la formación humana e integral de los estudiantes. De hecho, algunos ejemplos sirven para concretar lo escrito. La Investigación como herramienta del SIPEIN es reconocida por los exalumnos como elemento muy importante de su formación.

Pero a la par de lo académico, el estudiante del Saint Clare tiene un alto grado de participación en las actividades extracurriculares de la Institución. Los jóvenes participan de experiencias como las Electivas, los Clubes, los grupos representativos, el Trabajo Comunal Estudiantil, las Creatividades, las Giras Didácticas, el Festival, la Organización Estudiantil, etc.

El SIPEIN en un enfoque filosófico deja claro la importancia de la formación integral. Si tomamos en cuenta que este se inició en el colegio a finales de la década del setenta, se puede afirmar que esta visión no es nueva, no es una moda, es una visión del mundo que se quiere impulsar en los educandos. El SIPEIN en sus elementos básicos permite ser la respuesta para esa formación integral y humanística.